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En los últimos años, las políticas energéticas en México han cambiado, buscando adaptar la generación de energía a las necesidades actuales del país y a las demandas globales por energía más limpia. La intención es sencilla: hacer que México utilice fuentes de energía que sean más sustentables y eficientes, con un impacto positivo en la economía y el medio ambiente.

¿De qué se tratan las políticas energéticas en México?

México ha tomado un rumbo hacia una «transición energética,» que consiste en reducir el uso de combustibles fósiles (como petróleo y gas) y fomentar el uso de energías renovables, como la solar, eólica y geotérmica. Este compromiso está en línea con los Acuerdos de París, un pacto global que busca limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius para mitigar los impactos del cambio climático. México ha prometido reducir un 35% de sus emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030, y actualmente implementa estrategias para duplicar su generación de energía limpia, con el objetivo de alcanzar 40GW adicionales.

Medidas implementadas y compromisos hacia los Acuerdos de París

Durante la COP27, el canciller Marcelo Ebrard presentó los compromisos de México: reducir en 52 millones de toneladas las emisiones de carbono y fomentar la generación de energía limpia a través de inversiones y colaboración con Estados Unidos, con una inversión total de 48,000 millones de dólares. Estos pasos se complementan con la Ley de Transición Energética de México, que fija metas de alcanzar un 35% de electricidad proveniente de fuentes limpias para 2024 y un 60% para 2050.

Ejemplos de países comprometidos con los Acuerdos de París

México no está solo en esta iniciativa global. Otros países, como la Unión Europea, Japón y Canadá, también han reforzado sus compromisos. La Unión Europea, por ejemplo, ha prometido reducir sus emisiones en al menos un 55% para 2030, mientras que Japón se ha comprometido a reducirlas en un 46% en el mismo periodo. Este esfuerzo compartido demuestra el compromiso global hacia un planeta más sostenible.

COP27

Imagen de: COP27.

¿Qué busca hacer el Gobierno?

El gobierno mexicano busca tres cosas principales con estas políticas:

  • Reducir costos: con el uso de energías más baratas, como la solar y la eólica, se espera que los costos de electricidad bajen a largo plazo.
  • Cuidar el medio ambiente: el objetivo es disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, que contribuyen al cambio climático.
  • Atraer inversión y generar empleos: incentivar proyectos de energías renovables podría atraer inversión extranjera y generar nuevos empleos en regiones clave, como el norte del país.

¿Cómo impacta a la comunidad?

Para la comunidad, estas políticas pueden mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación. En el norte de México, especialmente en regiones como Sonora y Sinaloa, donde la energía solar y eólica tienen un gran potencial, se esperan nuevas oportunidades de empleo en proyectos relacionados con estas energías. Además, el uso de energías renovables puede estabilizar los precios de la electricidad, beneficiando a hogares y empresas.

Cambios significativos que vienen

El gobierno está promoviendo Certificados de Energía Limpia (CEL), los cuales garantizan que una porción de la energía consumida venga de fuentes limpias. Además, han prometido acelerar el proceso de permisos para nuevos proyectos de energías renovables, con el objetivo de sumar más de 24,000 MW de capacidad hacia el 2030, lo que podría duplicar la capacidad actual.

¿Cómo afectará a la economía?

La transición energética puede fortalecer la economía al hacer que la electricidad sea más barata y más limpia, reduciendo los costos de producción para las empresas. Además, podría abrir la puerta al “nearshoring” o relocalización de empresas extranjeras en México, al garantizar que estas cuenten con energía renovable. También, en los estados del noroeste, el desarrollo de estas tecnologías generará empleos y promoverá la innovación.

Conclusión

Las políticas energéticas en México están construyendo un sistema más limpio, accesible y eficiente. Aunque existen desafíos, la posibilidad de una economía impulsada por energías renovables representa una gran oportunidad. En el noroeste del país, esto significa mejores oportunidades para las comunidades locales y una economía regional más fuerte, alineada con los compromisos del Acuerdo de París y el esfuerzo global para enfrentar el cambio climático.